El regreso del Rock in Rio a la Cidade do Rock después de dos años está impulsando la economía de Río y atrayendo a miles de visitantes nacionales e internacionales. Se esperan unas 760.000 personas para la edición de este año. Según un estudio de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), el evento debe generar un impacto económico récord de 2,9 mil millones de reales para Río de Janeiro, el más alto desde que comenzó la investigación en 2017.
Datos de Maxmilhas, plataforma especializada en la compra de billetes de avión y paquetes de viaje, indican que la demanda de vuelos y estancias en la ciudad se mantuvo estable en comparación con la última edición del festival en 2022, representando alrededor del 18% de los pasajeros durante el período. Sin embargo, la duración media de la estancia de los visitantes aumentó de dos a tres días, lo que sugiere que se están aprovechando mejor las atracciones turísticas locales.
El perfil de los turistas que acuden al festival también se mantuvo similar al de 2022, con un 47% viajando solos, un 36% en pareja, un 13% en grupos de tres o más personas y un 3% acompañados de niños. Los barrios de Copacabana, Centro y Barra da Tijuca siguen siendo los más demandados para alojarse, con un 42%, 26% y 13% de las reservas respectivamente.Además de Rock in Rio, Río de Janeiro también acogerá los cuartos de final de la Copa Libertadores 2024, con partidos de ida programados para los días 18 y 19 de septiembre en el Estadio Nilton Santos y el Estadio Maracaná. Se espera que estos estadios, referentes del fútbol sudamericano, atraigan a muchos aficionados, lo que aumentará aún más la demanda de servicios turísticos y de alojamiento en la ciudad.
«Estos eventos son valiosas oportunidades para que el sector hotelero y turístico maximice sus servicios e ingresos. En Maxmilhas, hemos visto un aumento significativo en la demanda de alojamiento durante eventos de alto perfil, y la tendencia es que este impacto positivo se refleje aún más en las cifras anuales», dice Sabrina Lorente, Jefe de Marketing de Maxmilhas.
Créditos: Diario do RIo